Cómo Leer un Estado de Resultados y Evaluar si una Empresa puede asumir una deuda

En este artículo te voy a enseñar cómo leer un estado de resultados correctamente, qué puntos no puedes dejar pasar y cómo usar esta información si estás evaluando si una empresa —por ejemplo, una PYME— está en condiciones de asumir una deuda.

¿Qué es el Estado de Resultados y por qué es tan importante?

El estado de resultados (también conocido como estado de ganancias y pérdidas) nos detalla los ingresos, costos y gastos de la empresa en un periodo determinado. Al final, nos muestra si el resultado ha sido una utilidad (ganancia) o una pérdida.

Es fundamental contar con la información de dos períodos como mínimo. Tener solo un periodo disponible puede ser una señal de alerta, ya que implica poca experiencia en el mercado. Desde un enfoque crediticio, una empresa con solo un año de operación representa mayor riesgo: no ha atravesado suficientes ciclos económicos, ni ha demostrado su capacidad de afrontar problemas complejos, tanto internos como externos (clientes, proveedores, Sunat, etc.).

¿Qué mirar primero? La Utilidad Neta

Uno de los primeros indicadores que debemos revisar es la utilidad neta. Esta debe ser positiva y, si es posible, ascendente. Una utilidad que cae año tras año puede significar que las ventas están bajando o que los costos y gastos están creciendo más rápido que los ingresos.

Si una empresa tiene utilidades negativas en el último periodo, eso no es un buen indicador. Puede ser motivo suficiente para declinar una solicitud de crédito, especialmente si no hay un plan claro de mejora.

Ahora, si vemos que la empresa ha tenido una pérdida en el año anterior pero en el último periodo ha vuelto a tener utilidades, no debemos negarnos automáticamente. En ese caso, toca hacer preguntas, investigar y entender qué cambió. A veces, vale la pena arriesgar con un monto pequeño, siempre que el cambio esté bien sustentado.

La Utilidad Neta ¿Qué tan rentable es el negocio en sí?

Otro dato clave es la utilidad operativa. Esta representa la ganancia del negocio sin considerar ingresos financieros, gastos financieros u otros ingresos que no tienen que ver con el giro principal.

Por ejemplo, si analizamos una farmacia, la utilidad operativa nos dirá cuánto gana solo por vender medicamentos. Si esta farmacia también alquila consultorios, esos ingresos no deberían mezclarse con la operación central. Si los otros ingresos son mayores que la utilidad operativa, significa que el negocio principal no es tan rentable como parece.

Lo ideal es que la utilidad operativa sea positiva y superior a los otros ingresos. Si es negativa, y más aún en el último periodo, esa empresa no califica para un crédito.

¿Y si la empresa tiene ingresos por alquileres o actividades secundarias?

Está bien que los tenga. Lo importante es que esos ingresos sean un complemento, no el sustento principal. Cuando los ingresos secundarios «maquillan» los resultados, hay que tener mucho cuidado.

Hagamos la prueba: si retiramos esos otros ingresos y las utilidades netas se desploman, estamos frente a una empresa cuya operación no genera suficiente rentabilidad por sí sola. En ese caso, no conviene otorgar crédito, al menos no hasta que mejore sus resultados.

¿Qué márgenes debo revisar?

Además de las utilidades, es importante mirar los márgenes:

  • Margen Bruto: Utilidad bruta / Ventas netas
  • Margen Operativo: Utilidad operativa / Ventas netas
  • Margen Neto: Utilidad neta / Ventas netas

Estos márgenes deben ser positivos y, preferentemente, ascendentes. Nos muestran el nivel de rentabilidad en cada etapa del negocio. Una caída en estos márgenes puede significar que algo no va bien, incluso si las utilidades todavía son positivas.

¿Esto es suficiente para aprobar un crédito?

No. Este análisis financiero es sólo una parte del proceso crediticio. También hay que realizar un análisis cualitativo, que nos ayude a verificar si la información financiera es confiable o está maquillada. Aquí entran aspectos como la reputación del empresario, su experiencia, el historial del negocio, entre otros.

En resumen

Si estás revisando un estado de resultados para decidir si otorgar o no un crédito, no te quedes solo con la Utilidad Neta. Revisa:

  • Utilidad operativa (clave para saber si el negocio es rentable por sí mismo)
  • Evolución de las utilidades en al menos dos periodos
  • Márgenes: bruto, operativo y neto
  • Proporción entre ingresos principales y otros ingresos
  • Combinación del análisis financiero con el análisis cualitativo

Y recuerda: una empresa rentable no solo debe vender bien, sino también saber manejar sus costos y gastos. Porque eso es lo que al final garantiza su capacidad de pago.

Te invito a mirar el video completo en mi canal de YouTube. Ahí te explico paso a paso cómo leer un estado de resultados aplicado a una evaluación crediticia. ¡Te va a ayudar muchísimo!

RECURSOS COMPLEMENTARIOS AL VIDEO:

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